domingo, 14 de noviembre de 2010



Ésta noche saldré a mirar mis sueños hacerse realidad ante mis ojos. Lo que las estrellas dibujan en el reflejo de mis pupilas sabe a premonición de un presente liviano. 

Sabe a música y a la risa de la luna que se convierte en dulce sal.. 

Sabe a un beso impaciente que tiene la certeza de su momento. 

Todo es tan real como mágico.. y del amor se ha hecho una cascada 

que al final, debajo de su falda de cristal empapa el alma de ciertas rocas frías y lisas que piden ser tocadas. 

Del amor, aquel sentimiento que dicen que despierta con un roce de pieles rosadas, que dicen, encuentra 

el calor de una mano y quema encima y por debajo de la ropa.. 

de esto que estoy sintiendo al fin, nacen varios miles de coincidencias en letras y sentimientos. 

No escribiría de dolor si no lacerara mi corazón. 

No le pondría el nombre de poesía a esta invención. 

No expresa rencor.. 

No dibuja en las mentes un paraíso que raya en lo cursi y construye puentes 

para salvarse de una posible caída. 

Lo último que intentan estos espacios y letras, es prometer amor eterno.. 

Yo no quiero ser eterna. 

Ésta noche no pararé de soñar. 

Porque vuelvo a creer en lo que siempre he creído.. porque he vuelto a sentir 

los milagros fluir dentro de mí. 

Y en la imagen que reflejan mis pupilas, noto la premonición de un presente liviano. 

Mágico como real. Ésta noche, saldré a admirar mis sueños, 

viéndolos haciéndose realidad.. Todo para notar que lo estoy viviendo.

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